El ritmo del día a día puede poner tus nervios a flor de piel, provocarte insomnio e interminables discusiones con compañeros de trabajo. A estos síntomas se les conoce como estrés y pueden derivar en numerosas enfermedades psicosomáticas.

Por ello, es interesante mantener la calma y la templanza en el trabajo y aunque en ocasiones nuestro entorno nos lo esté poniendo difícil, quizás podamos hacer algo por nosotros mismos y aplicar unas sencillas técnicas de relajación que te harán sentirte mucho más a gusto en tu puesto de trabajo.

  1. Estirar los brazos hacia delante entrecruzando las palmas de las manos. En esta postura tendremos que elevar ligeramente nuestros hombros y repetir la acción en varias ocasiones.
  2.   Descansar los ojos: cierra los párpados y haz movimiento circulares sobre ellos durante unos segundos.
  3.    Coloca tus manos en la nuca y ladea la cabeza a un lado primero y luego hacia el otro. Posteriormente también hacia delante y hacia detrás. Es importante hacer estos movimientos con mucha lentitud para prevenir posibles mareos.
  4. Respiración diafragmática: sin mover el pecho coge todo el aire que puedas, haciendo que se hinche el abdomen. Hazlo lentamente y durante un par de minutos para que sea efectivo.
  5.  Técnica de visualización: cierra los ojos y para evitar pensar en nada imagina que eres una mosca que recorre la habitación alrededor de tu cuerpo, visualizando cada detalle de tu vestimenta.

Así pues, con estas pequeñas técnicas que te robarán tan solo unos minutos al día mejorará tu ánimo y probablemente tu productividad.

Fuente: eboca.com

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